Petro se ausentará de la toma de posesión de Maduro debido a la creciente represión en Venezuela | EL PAÍS América Colombia
Gustavo Petro ha puesto fin a la incertidumbre. El presidente de Colombia ha anunciado que no asistirá el viernes a la ceremonia de investidura presidencial en la vecina Venezuela, debido a la ola represiva de las últimas horas, particularmente por las detenciones del excandidato presidencial Enrique Márquez y del defensor de derechos humanos Carlos Correa. “Esto, junto con otros acontecimientos, impide mi presencia personal en el acto de posesión de Nicolás Maduro”, escribió la mañana de este miércoles en X, antes conocido como Twitter, su plataforma de comunicación favorita. El mandatario reafirmó que no puede reconocer “elecciones que no fueron libres”, aunque no romperá las relaciones diplomáticas.
Según han confirmado a EL PAÍS fuentes de la Casa de Nariño, el embajador en Caracas, Milton Rengifo acudirá en representación de Colombia al evento de posesión. El canciller Luis Gilberto Murillo y Laura Sarabia, la mano derecha del presidente, intentaron convencer al presidente de que no enviara a nadie, pero Petro no dio su brazo a torcer. Anoche se temía que no hiciera ningún gesto para condenar la represión en Venezuela y hubo nerviosismo en su entorno, que pensaba que quedarse callado ante lo que estaba ocurriendo era un suicidio político. Han recibido con alivio el mensaje de esta mañana.
El heredero de Hugo Chávez se atrinchera en juramentarse a como dé lugar para un nuevo periodo como presidente de Venezuela, a pesar de que todas las evidencias señalan que perdió las elecciones del 28 de julio ante el opositor Edmundo González. Esa postura ha descolocado a la diplomacia colombiana, y a Petro en particular, que había apostado por una salida negociada a la crisis poselectoral de su principal vecino.